Franz Mayer llegó a México a los 23 años, procedente de Alemania, para dedicarse a las finanzas. No imaginó que aquí desarrollaría una pasión por las finas antigüedades, de índole tan diverso como plata, mobiliario, textiles y cerámica. Reunió más de 10 mil piezas que donó al pueblo de México. En esta cápsula de México, Herencia y Orgullo, visitaremos el museo que se creó con su legado.
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